Vista general de la calle de Alcalá mirando hacia el oeste, con la fuente de la Cibeles en su lugar de origen. Grabado de autor desconocido, fecha anterior a 1871 (no están colocadas todavía las vías del tranvía).

Detalle de la fuente de la Cibeles en la esquina del Ministerio de la Guerra. Grabado publicado en la Guía de Madrid de Ángel Fernández de los Ríos, en 1876, (pág. 279).

Al igual que muchos no se acuerdan de Santa Bárbara hasta que truena, abundan otros viandantes por la Villa y Corte que pasan junto a la Cibeles como quien pasa junto a una anodina cabina del teléfono, sin apercibirse de la existencia de la diosa hasta el día en que toca encaramarse a ella para celebrar algún triunfo balompédico. Puede parecer que la Cibeles ha estado siempre ahí, desde que saliera de la sesera de don Ventura Rodríguez a finales del siglo XVIII, pero lo cierto es que su emplazamiento actual en el cruce de la calle de Alcalá con la gran arteria del paseo de Recoletos es relativamente reciente, pues fue decidido a finales del año 1894, y efectuado en 1895 por iniciativa del arquitecto municipal José López Salaberry.

Hasta entonces la fuente no estaba en medio del cruce, sino que ocupaba la esquina noroccidental, es decir, la más próxima al entonces Ministerio de la Guerra, hoy Cuartel General del Ejército.

Años más tarde, López Salaberry sería uno de los técnicos que harían posible la construcción de la Gran Vía.

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Autor del artículo

Juan Pedro Esteve García